¿Por qué es tan grande la diferencia de precio en los muebles?
Todos lo hemos experimentado en algún momento. Vas a buscar un nuevo sofá o una nueva mesa de comedor. En algún momento, encuentras un mueble que te gusta. Entonces miras la etiqueta del precio y te sorprendes por el precio del producto. También puede ocurrir lo contrario, que te encuentres con una mesa de aspecto hermoso que sea mucho más barata de lo que esperas. ¿De dónde proceden estas diferencias de precio y qué dicen de la calidad del producto, por ejemplo?
En realidad, el precio de un artículo, y desde luego el de los muebles y otros bienes de consumo similares, está siempre formado por los mismos componentes. No importa si el producto es caro o barato, el precio es siempre una combinación de varios factores. Los principales factores que determinan el coste de una mesa, por ejemplo, son: Costes de material, costes de diseño, costes de mano de obra y costes de transporte. Por supuesto, hay otras cosas que también influyen, pero de esta manera se puede deducir aproximadamente el precio de un producto.
Si se encuentra con un producto en una gran tienda de muebles o en una conocida zona de decoración, es muy probable que el mueble que tiene en mente se encuentre en varios hogares. La ventaja de estos muebles es que se producen en grandes cantidades. De este modo, todos los costes especificados anteriormente se dividen entre un mayor número de productos. Por ejemplo, el diseño de un conjunto de sofás, para un objeto de diseño muy singular, probablemente llevará más tiempo que para un sofá normal. La edición del conjunto de sofás únicos podría ser sólo de unas pocas docenas. Esto significa que el diseñador tendrá que ser pagado con los ingresos de unas pocas docenas de piezas. Este componente es obviamente más alto que cuando el conjunto de sofás se vende miles de veces.
Puedes ir un paso más allá y elegir muebles a medida. Con esto, las posibilidades son increíblemente flexibles. Probablemente todos los deseos son negociables para el fabricante. Por supuesto, los costes de esto suelen ser muy diferentes a los de un mueble en una tienda. Los trabajos a medida son sencillamente muy caros, por lo que conviene tenerlo en cuenta de antemano. Si opta por los muebles a medida, es conveniente establecer claramente el precio de antemano. Así no se encontrará con sorpresas si el producto resulta ser mucho más caro de lo acordado.
Materiales como el acero y la madera son extremadamente sensibles a las fluctuaciones de precios. Esto se debe a que estas materias primas son muy populares en diversas industrias y el suministro no siempre es estable. Por tanto, una mesa de madera con patas de acero, por ejemplo, variará mucho de precio con el tiempo. Si la madera es barata en el mercado mundial, las mesas de madera volverán a ser automáticamente más baratas. Si la madera es escasa, el productor tiene que pagar más, y la escasez aumenta, lo que también conduce a un mayor precio de venta. Puede parecer complicado tener esto en cuenta a la hora de comprar muebles, pero merece la pena prestar atención cuando se está gastando mucho dinero.
Otro factor importante en el precio es la tienda donde se compra. Puede imaginarse que una tienda grande, con mucho personal y asesores, también tiene muchos gastos para mantenerla en funcionamiento. Esto se debe a menudo a que los artículos se venden más caros que, por ejemplo, en Internet. Por otro lado, hay un cierto servicio, y tienes a quién recurrir si tienes problemas con la entrega, por ejemplo. Es muy fácil comparar precios en línea, pero no se puede ver primero el artículo en la vida real. Además, a veces es más difícil ponerse en contacto con el vendedor si hay algún problema.
Si te tomas el tiempo necesario para encontrar una buena oferta, una tienda física o un centro de decoración puede ser muy interesante. Productos como mesas, sillas y sofás ocupan mucho espacio en la tienda. Si permanecen mucho tiempo sin venderse, es importante que la tienda utilice ese espacio para un producto que sí se venda bien. En ese caso, es probable que el producto se haya agotado, y a veces incluso es posible negociar un precio inferior al que figura en la etiqueta. En Internet, este efecto es menor, porque los espacios en los almacenes son más baratos.
Como puede ver, el precio de un producto es una combinación de muchas cosas diferentes. No siempre un sofá barato es de peor calidad que uno muy caro. Sin embargo, a menudo ocurre que si algo parece demasiado bueno para ser verdad, es conveniente al menos investigar un poco antes. Por ejemplo, lea las opiniones de otros consumidores que ya han hecho negocios con la empresa en cuestión. En cada vez más sitios también es posible leer reseñas de productos, concretamente sobre una determinada mesa de comedor o un sofá que tengas en mente. De este modo, al menos podrá leer de antemano si otros clientes están satisfechos con su compra.